miércoles, 25 de enero de 2012

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA (O SU JUSTIFICACIÓN)



La etiqueta «Desbaratar» es un no-proyecto; es el desecho, lo que va quedando de un plan de escritura en proceso; o bien, una línea de fuga de dicho plan. Seguramente se trata de ambas cosas a la vez.

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[Flashback] Una vez «cerrada» una etapa, surge «Desbaratar» para intentar un desacomodo/incomodidad en la escritura; mejor dicho, esta etiqueta conlleva/exige desaprender (hasta donde es posible) unos modos de escritura, un incipiente estilo, una forma de ejecutar la lengua: la mía (1).

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(En realidad no se «cierra» una etapa, sigue ahí como una capa geológica o del Photoshop.)

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Para poner en marcha el verbo/etiqueta desbaratar hay que empezar por tirar paredes, rociar ácido de batería, tapar algunos tubos de escape, dar a 80 gatos un mueble como juguete, etc.; léase: echar mano de diferentes tipos de discurso, más allá de si son o no «literarios», para desescribir, para que otras capas entren en juego.

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«Cero exposición, expresión. [...] Escritura, luego inscripción. Relacionar sin relatar.» - Octavio Armand

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El tema se dispara en múltiples direcciones. Nos estamos saliendo del tema (¿nos estamos saliendo del tema?).

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Insistimos: «Desbaratar» es desecho (2), escritura de extramuros. ¿O no?

Este ejercicio es una hilacha, un pedazo que se desprende de la trama, y como tal, es otro plano, un no-proyecto que es ya un proyecto, más allá de las voluntades en juego.

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Este texto puede o no ser un poema, el lector elige.

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«...la verdad es imposible con el lenguaje.» - Roland Barthes

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No me supe explicar...

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(1) Se refiere a un personaje.
(2) Acá se leía «deshecho»; en principio un error, pero no se puede deshacer ni desechar así nomás...

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