sábado, 11 de julio de 2009

NOTAS DE UNA POÉTICA (I)

Osip Brik fotografiado por A. Rodchenko.

Lilya Brik (esposa de Osip) con diseño de Rodchenko.


Sobre el ritmo
Osip Brik


«Si una persona salta en un terreno pantanoso y deja sus huellas, aunque esa sucesión de huellas sea regular, no es un ritmo. De igual manera, el poema impreso en un libro no ofrece más que las huellas del movimiento. Sólo puede ser presentado como ritmo el discurso poético y no su resultdo gráfico.

[...]

Los especialistas del ritmo poético naufragaban en los versos, los dividían en sílabas, en medidas y trataban de encontrar las leyes del ritmo en este análisis. Existen de hecho todas esas medidas y sílabas, pero no por sí mismas sino como resultado de un cierto movimiento rítmico; ellas ofrecen sólo algunas indicaciones del movimiento rítmico del cual resultan.

[...]

Todo se deriva del ritmo del discurso poético; la distribución en líneas y sílabas es su consecuencia.
Los eruditos tratan de fijar la intensidad de cada sílaba y deben admitir que distintas pronunciaciones del verso llevan a resultados diferentes. Este permanente malentendido es producto de la confusión del impulso rítmico con el verso ya realizado. Si aceptamos la primacía del movimiento rítmico, el hecho de que se obtengan resultados diferentes en el curso de distintas lecturas, no tendrá nada de sorprendente; no nos admirará obtener, en diversas lecturas de un mismo poema, una alternancia distinta de las unidades rítmicas.»

FUENTE: VVAA (1971). Antología del formalismo ruso. Centro Editor de América Latina. Buenos Aires, Argentina. pp. 50-52.

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